Descripción
La Torre S y V, de 236 m de altura, cuenta con 59 plantas de 1.600 m2 cada una, a las cuales hay que añadir otras 6 plantas bajo rasante de 7.500 m2. Este proyecto se ubica en la zona norte de Madrid y cierra uno de los planes urbanísticos más singulares de la ciudad: el Centro Internacional de Convenciones.
El estudio de arquitectura dirigido por Carlos Rubio Carvajal y Enrique álvarez -Sala Walter- diseñó este rascacielos para usos múltiples. En las 33 primeras plantas, el edificio alberga un hotel de cinco estrellas, gran lujo, con 500 habitaciones, mientras que el resto está destinado a oficinas.
Solución ULMA
Las 6 plantas subterráneas y las 6 primeras desde rasante, se realizaron con el encofrado horizontal de aluminio CC-4, junto con el ALUPROP, con el que se consiguió grandes rendimientos en obra. Una de las ventajas más importantes que aporta CC-4, frente a otros productos del mercado, es la posibilidad de montar primero la retícula y después colocar los paneles.
El desencofrado resulta muy sencillo gracias al diseño del cabezal de caída del CC-4; además permite la recuperación del material para utilizarlo en una nueva puesta. De esta manera, basta con golpear la cuña del cabezal para que vigas, transversales y paneles desciendan lo suficiente como para poder retirarlos cómodamente y utilizarlos en otra ubicación.
Otros productos ULMA empleados:
- Encofrado Modular ORMA para la ejecución de muros y columnas rectangulares.
- COMAIN para la ejecución de muros bajos y zapatas.
- CLR para el encofrado de columnas circulares.
Para el núcleo central de ascensores, soporte de la estructura desde la planta 6, ULMA puso a disposición de la obra, la tecnología más avanzada para la construcción de este tipo de rascacielos, el ATR.
Este sistema, utilizado junto al encofrado deforma para muros ENKOFORM VMK, permitió la ejecución de paramentos verticales de gran altura.
La sección del núcleo de la torre varía 4 veces a lo largo de la estructura, por lo que la oficina técnica adaptó el encofrado a esta circunstancia en el proyecto específico desarrollado para la obra.
La altura de las diferentes tongadas osciló entre 3 y 4 metros de altura (altura libre + espesor de losa).
Sección núcleo central: Sistema Autotrepante ATR en tongadas de 4 m. El encofrado posee regulación en altura para permitir la ejecución de las losas de planta.
Los paños del encofrado vertical tenían 4 m de altura. Estaban conformados por panel fenólico rigidizado mediante vigas de madera HT-20 (verticales) que, a su vez, iban arriostradas ortogonalmente por dobles perfiles UPN-100 metálicos (horizontales).
La complejidad de la geometría obligó a diseñar un encofrado que permitiese el abatimiento ("bisagra") de partes de los paños para posibilitar un retranqueo suficiente, y así manipular los paños (limpieza, aplicar desencofrante y colocación del fierro) en el proceso de autotrepado.
Los paños de encofrado estuvieron provistos de unas plataformas de trabajo para facilitar el vaciado de concreto en etapas. Se conformaron con tablero tricapa, vigas de madera HT-20 y perfiles DUPN-120.
En la cara exterior del muro, cada uno de los tres huecos de ascensores, disponían de unos dinteles: pasantes a partir de la 3ª etapa, mientras que las dos primeras plantas conformaban un aljibe -depósito- para almacenar agua. A partir de la 3ª etapa, incluida, existían también dinteles en los muros interiores (en contacto con el triángulo interior) para permitir el paso al vestíbulo desde las tres zonas de ascensores. En los vértices del triángulo interior se crearon unos huecos (pasos de hombre) que permitieron el paso al vestíbulo desde el exterior.
Para la protección perimetral del edificio en la fase de trabajo, se empleó el sistema HWS. Este producto permitió la protección total de la losa en ejecución, así como la inmediatamente superior e inferior.